La Vigilia Diocesana reúne a cientos de jóvenes en la Basílica de Nuestra Señora del Lledó
La Basílica de Ntra. Sra. del Lledó ha acogido la última Vigilia de Oración de los jóvenes de la Diócesis de Segorbe-Castellón en este Año Jubilar Mariano con motivo del Centenario de la Coronación de la Mare de Déu. La Vigilia de Oración fue presidida por Mons. Casimiro López Llorente.
Por otra parte, tal como afirmó el Delegado Diocesano, D. José Miguel Sala, «no hay mejor manera de concluir este curso pastoral que a los pies de la Madre» y unidos baso el lema «Ponte en camino», en cuya convocatoria ha colaborado el grupo Éfeso de la parroquia de Santo Tomás de Villanueva (Castellón).
La celebración comenzaba con la exposición del Santísimo Sacramento, ante quien se proclamó el Evangelio según san Lucas (1,39-56), que relata la Visitación de la Virgen a su prima Isabel dando paso a las palabras del Obispo de la Dióceis, Mons. Casimiro López.
Inició su reflexión invitando a los jóvenes a vivir este Año Jubilar Mariano dejándose encontrar por el Señor a través de María porque ella, dijo «nos ha dado al mismo Dios». Les recordó que «es un año de renovación y de conversión al Señor» en el que el papa Francisco nos ha concedido el don de la Indulgencia Plenaria. Explicó que a través de este don «el Señor nos purifica del pecado que siempre deja un a huella y una tendencia que nos inclina al mal y a caminar de espaldas a Dios». En este sentido les exhortó a dejarse renovar espiritualmente para encontrarse con el Señor y dejarse alentar como cristianos, tanto a nivel individual como parroquial invitándoles a «no despreciar el amor del Señor y todas las gracias que nos concede».
A través del Canto del Magníficat les ayudó a reflexionar respecto a la «grandeza de María porque ha dejado a Dios ser grande en su vida» tal como se relata en la escena del Evangelio que se proclamó. En clara alusión al lema de la vigilia (Ponte en camino), D. Casimiro puso de relieve «la actitud de María» que tras el anuncio del Ángel se puso en camino, y lo hizo tras «escuchar y acoger la palabra de Dios». Una actitud que ha de servir, dijo el Obispo, «para dejarnos interpelar» y a partir de la escucha de la Palabra, acogerlo en nuestro corazón y aceptar, como María, los planes de Dios para nosotros.
Finalmente todos juntos pudieron disfrutar en la explanada de la Basílica de una horchata con fartons que preparó la Real Cofradía de la Mare de Déu del Lledó.